Se conoce como el Castillo de San Jorge (Castelo de São Jorge en portugués) a las ruinas de un castillo en la colina de San Jorge en Lisboa. Primitivamente conocido simplemente como Castelo dos Mouros,
se yergue en posición dominante sobre la más alta colina del centro
histórico, proporcionando a los visitantes una de las más bellas vistas
sobre la ciudad y sobre el estuario del río Tajo, por lo que el gobierno portugués hace grandes esfuerzos en conservarlo.
El recinto del castillo cuenta con aproximadamente 6000 m². La
edificación consta de varias torres y garitas, un foso y dos patios
grandes.
A partir del Siglo XIII, al convertirse Lisboa en Capital del reino (1255), el castillo alberga el Palacio Real. Los terremotos que afectaron a la ciudad en 1290, 1344 y 1356, le causaron daños. En el plano militar, se utilizó durante el cerco castellano de febrero y marzo de 1373, cuando los arrabales de la Capital llegaron a ser saqueados e incendiados. En ese año se inició la muralla de Fernando I de Portugal (1367-83), concluida dos años más tarde. Durante la crisis de 1383-1385, los arrabales de la ciudad fueron nuevamente objeto de las embestidas castellanas en marzo de 1383, que fue duramente asediada por las fuerzas de Juan I de Castilla en 1384.
En sus funciones de Palacio Real, fue palacio de la recepción de Vasco de Gama, tras descubrir el camino marítimo a la India al final del Siglo XV, y de estreno, en el Siglo XVI, del Monólogo do Vaqueiro, de Gil Vicente, primera obra de teatro portugués, conmemorativa del nacimento de Juan III de Portugal (1521-57).
Juntamente con la ciudad el castillo volvió a sufrir con los terremotos de 1531, 1551, 1597 e 1699. En ese ínterín, volvió a las páginas de la historia militar portuguesa en el contexto de la Restauración portuguesa. Su Alcaide, Martim Afonso Valente,
honrando el juramento de fidelidad que había prestado, sólo entregó la
plaza a los Restauradores tras de recibir instrucciones de Margarita de Saboya, Duquesa de Mantua, a la sazón Virreina de Portugal, que le ordenó la rendición en (1640).
La mudanza de la residencia real a la zona ribereña, la instalación de cuarteles y el terremoto de 1755, contribuyen a la degradación del monumento. Descaracterizado y, en parte, prohibido a los lisboetas, llega al Siglo XX.
Clasificado como Monumento Nacional por Decreto de 16 de junio de 1910, sufre importantes obras de restauración en la década de 1940 y al final de la década de 1990,
que tuvieron el mérito de rehabilitar el monumento, actualmente uno de
los más visitados por el turista en la ciudad de Lisboa.
El monumento ofrece una visita a los jardines y miradores, un espectáculo multimedia (Olisipónia), una cámara oscura (Torre de Ulisses), espacio de exposiciones, sala de reuniones/recepciones (Casa do Governador) y loja temática a sus visitantes.
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